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2615928 EMC - Kinesiterapia - Medicina Física 2007 14 Pages PDF
Abstract
La toxina botulínica, que surgió en principio con fines bélicos, se ha convertido en un arma terapéutica destacada en neurología y sus indicaciones se han desarrollado de forma considerable en los últimos 25 años. El mérito del descubrimiento de este uso terapéutico se debe a Alan Scott, un oftalmólogo que, en 1977, inició el camino al tratar el estrabismo infantil con inyecciones de toxina botulínica en los músculos oculomotores. Desde entonces, las indicaciones de la sustancia se han ampliado de forma notable, con utilización en numerosas especialidades médicas. En el ámbito de las indicaciones aprobadas, la neurología es la que cuenta con un mayor número de ellas. La toxina botulínica tiene un efecto sintomático. Al bloquear la transmisión neuromuscular, provoca una parálisis más o menos intensa. Por tanto, puede emplearse cuando se debe contrarrestar una contracción anómala de cualquier causa. La toxina es el tratamiento de primera elección de la distonía focal del adulto y es esencial en el tratamiento médico del espasmo hemifacial y de la espasticidad, pero sus efectos superan ampliamente el ámbito de las indicaciones aprobadas.
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Authors
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