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2756596 EMC - Anestesia-Reanimación 2015 11 Pages PDF
Abstract
Las neumonías agudas comunitarias (NAC) son patologías infecciosas respiratorias frecuentes y potencialmente graves, no sólo por la virulencia del agente patógeno responsable, sino también por la fragilidad del paciente. La gravedad de la lesión debe evaluarse de forma sistemática para orientar e instaurar el tratamiento más apropiado. Las escalas de gravedad, como la escala de Fine, la de American Thoracic Society (ATS) o incluso la de British Thoracic Society (CURB-65), puede facilitar esta evaluación. Si se decide hospitalizar al paciente, lo mejor sería obtener una documentación microbiológica mediante la toma de muestras del foco infeccioso, hemocultivos y la búsqueda de antígenos solubles urinarios. En función del contexto o del cuadro clínico puede solicitarse la detección de antígenos de Legionella pneumophila y, en las formas graves, la de Streptococcus pneumoniae. Los agentes patógenos responsables de las formas graves no son distintos a los de las otras neumonías comunitarias. Entre las bacterias de mayor incidencia en este contexto se destacan S. pneumoniae, Haemophilus influenzae, Klebsiella pneumoniae, L. pneumophila e incluso Staphylococcus aureus. La presencia de enterobacterias y de Pseudomonas aeruginosa es más común en caso de patología bronquial crónica. Todos los pacientes requieren un tratamiento antibiótico urgente que debe cubrir S. pneumoniae de forma sistemática y se recomienda una biterapia inicial. En este contexto, el antibiótico de elección es una cefalosporina de tercera generación, y el segundo antibiótico puede ser un macrólido. En presencia de factores de riesgo de infección por P. aeruginosa, el espectro del antibiótico escogido no debe excluir S. pneumoniae.
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Authors
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