Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3071501 | Neurocirugía | 2010 | 4 Pages |
Abstract
Una mujer de 56 años fue intervenida de un aneurisma carotido-oftálmico roto. La inspección visual intraoperatoria confirmaba que la arteria oftálmica estaba intacta. Tras la cirugÃa la paciente no percibÃa luz por dicho ojo y la angiografÃa una semana después de la cirugÃa confirmó la exclusión del aneurisma, con falta de relleno de la porción proximal de la arteria oftálmica, y un relleno muy débil de la porción orbitaria distal. La paciente se fue recuperando progresivamente del déficit y 9 meses después de la cirugÃa es capaz de contar dedos. La angiografÃa actual demuestra un relleno de todas las porciones de la arteria oftálmica, con ausencia de circulación colateral, y exclusión del aneurisma. La manipulación quirúrgica parece haber inducido vasoespasmo o trombosis de la arteria oftálmica. La regresión del vasoespasmo o la recanalización secundaria del trombo sin desarrollo de circulación colateral pueden justificar la mejorÃa gradual de la visión. Hay un riesgo de amaurosis unilateral asociado al tratamiento quirúrgico de los aneurismas paraclinoideos, aunque existe posibilidad de mejorÃa en algunos casos.
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Life Sciences
Neuroscience
Neurology
Authors
L. Mascarenhas, C. Alegria, M. Ribeiro, J. Rocha, S. Guimaraes,