Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3196902 | EMC - Dermatología | 2011 | 13 Pages |
Los dermocorticoides han transformado la terapéutica dermatológica desde el inicio del uso tópico de la hidrocortisona en la década de 1950. Más tarde, se sintetizaron compuestos derivados más potentes y se multiplicaron las indicaciones de los dermocorticoides. Actualmente, existen unas veinte moléculas diferentes clasificadas en función de su actividad antiinflamatoria. Numerosas enfermedades cutáneas, principalmente inflamatorias o tumorales, son sensibles a los dermocorticoides. Con el fin de minimizar el riesgo de efectos adversos locales o sistémicos, su uso debe respetar ciertas reglas teniendo en cuenta la dermatosis tratada y su localización, así como las características del paciente. La elección del dermocorticoide (nivel de actividad, excipiente), su modo de aplicación (técnica, ritmo de aplicación) y la información del paciente y/o de su entorno, permiten obtener una óptima relación beneficio/riesgo.