Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
---|---|---|---|---|
3197027 | EMC - Dermatología | 2007 | 11 Pages |
Abstract
El estudio micológico se ha convertido en una herramienta indispensable para confirmar o descartar el diagnóstico de una dermatomicosis, ya sea superficial o subcutánea. Las dermatomicosis superficiales son muy frecuentes en la práctica dermatológica, pero su sintomatologÃa suele ser común a otras enfermedades o infecciones cutáneas. Por tanto, no es posible establecer un diagnóstico de certeza tras una simple exploración clÃnica. La realización de un estudio micológico es obligatoria cuando debe proponerse un antifúngico sistémico, como en el tratamiento de una tiña del cuero cabelludo y de la barba o una onicomicosis. Es indispensable ante el fracaso de un tratamiento prescrito en función del aspecto clÃnico de las lesiones, o si se produce una recidiva de las lesiones cutáneas. Las micosis subcutáneas, mucho más infrecuentes, suelen ser difÃciles de tratar y requieren una identificación correcta del hongo responsable. La calidad del estudio micológico depende ante todo de la calidad de la muestra tomada en el sitio infectado, pero también de la pericia del microbiólogo a la hora de realizar el estudio directo, en la identificación del hongo aislado en los medios de cultivo y en la interpretación de los resultados. Este estudio es poco traumático y muy poco costoso en comparación con el de un tratamiento prescrito en función de un error diagnóstico. Su positividad permite indicar un tratamiento adecuado para el hongo responsable. Su negatividad justifica que se plantee otra etiologÃa en las lesiones observadas.
Related Topics
Health Sciences
Medicine and Dentistry
Dermatology
Authors
M. Feuilhade de Chauvin, C. Lacroix,