Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3349382 | EMC - Aparato Locomotor | 2007 | 7 Pages |
Abstract
Se denominan infartos óseos a las osteonecrosis asépticas localizadas en las metáfisis o diáfisis de los huesos largos, y a veces de los huesos planos, con excepción de las osteonecrosis epifisarias y de los pequeños huesos del tarso y del carpo. La forma habitual es poco dolorosa o indolora. Las radiografÃas son normales al principio y después muestran zonas de osteocondensación heterogéneas, cuyo aspecto suele ser tÃpico y basta para establecer el diagnóstico. A veces se observa una aposición perióstica. El principal diagnóstico diferencial radiológico es el encondroma. El aspecto en la resonancia magnética es caracterÃstico. Estos infartos se sitúan sobre todo en los miembros inferiores, en especial a ambos lados de la rodilla. Suelen ser múltiples y simétricos, y en aproximadamente un 50% de los casos se asocian a osteonecrosis epifisarias, con las que comparten una serie de factores de riesgo bien conocidos. En algunas etiologÃas (drepanocitosis, enfermedad de Gaucher y citoesteatonecrosis de origen pancreático), se trata de infartos medulares agudos, que pueden afectar a cualquier hueso del esqueleto. Su presentación clÃnica, biológica y en las pruebas de imagen es muy parecida a la de una osteomielitis aguda, cuyo diagnóstico diferencial es difÃcil. El pronóstico de los infartos óseos suele ser excelente, pero la posibilidad (infrecuente) de sobreinfección bacteriana o de malignización en sarcoma debe conocerse.
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Authors
P. (Professeur),