Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
---|---|---|---|---|
3465507 | EMC - Tratado de Medicina | 2014 | 8 Pages |
La cirugía de la obesidad es el tratamiento que ha demostrado la mayor eficacia en términos de reducción ponderal, de mejora de las comorbilidades, de la calidad de vida y de la mortalidad a largo plazo en las situaciones de obesidad masiva y de obesidad grave asociada a comorbilidades. Las técnicas utilizadas son sobre todo el anillo gástrico ajustable (AGA), el bypass gástrico (BPG) y la gastrectomía longitudinal (GL) (gastrectomía tipo manguito o sleeve gastrectomy de los autores anglosajones). Estos beneficios deben sopesarse frente al riesgo de mortalidad perioperatoria, de las complicaciones quirúrgicas inmediatas y tardías, de las obligaciones nutricionales (dosificación de los micronutrientes y complementos sistemáticos) y de los trastornos funcionales inducidos por la modificación del tubo digestivo. No se debe banalizar el posible impacto de estas intervenciones quirúrgicas sobre las patologías asociadas o las futuras, así como las repercusiones psicológicas y estéticas de un adelgazamiento importante. Las modificaciones conductuales alimentarias y de la actividad física parecen indispensables para perpetuar los resultados de la cirugía e iniciarlos ya desde el período preoperatorio. La estandarización de las modalidades de preparación y del seguimiento postoperatorio multidisciplinarios, la definición de una vía clínica para la atención de los pacientes candidatos a esta cirugía, una mayor formación de los profesionales sanitarios sobre sus consecuencias y la información a los pacientes sobre sus intereses a corto y, sobre todo, a largo plazo deberían permitir un mejor tratamiento de las personas interesadas por estas cirugías, aún consideradas a menudo como mágicas e inofensivas.