Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3465570 | EMC - Tratado de Medicina | 2008 | 5 Pages |
Abstract
La sospecha de un bocio es un motivo frecuente de consulta, pero también un hallazgo fortuito en un examen de rutina. Puede tratarse de una falsa impresión (visual o palpatoria) o de un aumento real del volumen tiroideo como parte de un bocio difuso simple, un bocio multinodular, una tiroiditis o una enfermedad de Basedow y, mucho más raramente, de un cáncer tiroideo. En el primer caso, la atención queda a cargo del médico general. En los otros casos conviene buscar una opinión especializada para orientar la conducta que debe seguirse. El procedimiento diagnóstico se ajusta al estado funcional de la tiroides y a las caracterÃsticas del bocio; se basa en la dosificación de la tirotropina (TSH) y en la ecografÃa.
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Authors
T. (Ancien chef de clinique, assistant des hôpitaux de Paris), M. (Ancien chef de clinique, assistant des hôpitaux de Paris),