Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3465653 | EMC - Tratado de Medicina | 2010 | 9 Pages |
Abstract
Los imidazoles forman parte del arsenal antibiótico desde hace aproximadamente 50 años. Su espectro de acción incluye las bacterias y protozoos anaerobios. Las indicaciones se superponen por completo al espectro, esencialmente para el metronidazol. Se indican para las bacterias en las supuraciones donde el papel de los anaerobios es preponderante: neumonÃas por aspiración, abscesos pulmonares, cerebrales y hepáticos o peritonitis y pleuresÃas purulentas, piosalpinge, etc. Se prescriben de forma más especÃfica en caso de enfermedades asociadas a Clostridium difficile y vaginosis bacterianas. Han participado en la gran revolución del tratamiento de las úlceras gastroduodenales asociadas a Helicobacter pylori. Para las protozoosis, se trata de amebiasis hepáticas y cólicas, giardiasis e infecciones por Trichomonas vaginalis. Las modalidades de administración van desde la vÃa tópica a la vÃa sistémica intravenosa (i.v.) u oral; esta última presenta una excelente biodisponibilidad. Su tolerabilidad, generalmente buena, no debe hacer olvidar los efectos secundarios engañosos, principalmente neurológicos. Su uso, anteriormente facilitado por un bajo nivel de resistencia, puede estar limitado a corto plazo a causa de la aparición de resistencias, en particular frente a Bacteroides fragilis, H. pylori, C. difficile y, probablemente, frente a los anaerobios responsables de las vaginosis.
Keywords
Related Topics
Health Sciences
Medicine and Dentistry
Medicine and Dentistry (General)
Authors
J. Gaillat,