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3465679 EMC - Tratado de Medicina 2009 7 Pages PDF
Abstract
El enrojecimiento o el dolor oculares pueden constituir signos de alerta de enfermedades oculares muy diversas. La exploración debe completarse con la investigación de una posible disminución de la agudeza visual, la evaluación de la presión intraocular y el estudio de la pupila. Salvo circunstancias excepcionales, siempre es necesaria la consulta con el oftalmólogo. Hay que pensar sistemáticamente en un cuerpo extraño intracorneal o intraocular en los pacientes que desarrollan una actividad de riesgo (amoladura, etc.). La proyección de un cáustico obliga a un enjuague abundante e inmediato de las superficies oculares. Las conjuntivitis, muy banales, pueden tener un origen alérgico, bacteriano o vírico. No obstante, sólo puede pensarse en una conjuntivitis ante el enrojecimiento ocular moderado, aislado, sin dolor ni disminución de la agudeza visual. Cualquier otra situación debe llevar a considerar etiologías de pronóstico más grave como queratitis, uveítis y glaucomas agudos. No existe tratamiento sintomático del enrojecimiento o el dolor oculares: a cada etiología, le corresponde un tratamiento específico.
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Authors
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