Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3465752 | EMC - Tratado de Medicina | 2006 | 6 Pages |
La diabetes es una enfermedad frecuente en los ancianos, en quienes después de los 65 años alcanza una prevalencia del 10-20%. Las presentaciones varían desde la diabetes reciente de las personas muy ancianas hasta las de larga evolución, responsables de una acumulación de complicaciones degenerativas en el marco de comorbilidades más o menos relacionadas con la edad. La hiperglucemia es responsable de las complicaciones microangiopáticas agravadas por la hipertensión, y participa en el riesgo vascular global. Los pacientes diabéticos tienen también una peor calidad de vida que los no diabéticos, y un riesgo más alto de depresión y de declive funcional. El tratamiento de la diabetes expone a riesgos iatrogénicos, en especial de hipoglucemia. Por tanto, una valoración diabetológica y geriátrica general permite, en cada paciente anciano, fijar los objetivos terapéuticos y glucémicos. Aparte de las indicaciones más comunes, la insulina se debe preferir a los antidiabéticos orales en caso de pacientes débiles con pérdida de autonomía y desnutrición. De no ser así, la prescripción de los hipoglucemiantes se ajusta a las mismas reglas que en los pacientes más jóvenes, y se pone énfasis en la calidad del seguimiento.