Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3471018 | FMC - Formación Médica Continuada en Atención Primaria | 2012 | 9 Pages |
Puntos clave•La muerte natural tiene un origen interno y excluye la implicación en la misma de otras personas•Judicializar una muerte natural solicitando una autopsia judicial de forma injustificada supone un impacto emocional para las familias, así como un importante gasto económico•Las muertes violentas tienen origen externo, la etiología es homicida, suicida o accidental, e incluyen las intoxicaciones. Requieren siempre la práctica de autopsia judicial•Las muertes súbitas (del lactante, infantil-juvenil y del adulto) requieren un parte judicial de defunción y la autopsia judicial, ya que se consideran muertes sospechosas de criminalidad•Las muertes repentinas (rápidas pero esperadas por los antecedentes del paciente) deben ser certificadas por parte del médico asistencial•Para descartar una muerte violenta, se debe valorar el entorno, los antecedentes patológicos, escuchar atentamente el relato de las personas que presenciaron la defunción y examinar el cadáver•Examinar un cadáver es una práctica inherente e ineludible dentro del ejercicio médico asistencial•La mayoría de las lesiones propias de una muerte violenta son muy evidentes y difícilmente pasan desapercibidas•El examen del cadáver, incluyendo la ropa, tiene que efectuarse de forma delicada pero exhaustiva•Con una buena recogida de datos, un examen del entorno y del cadáver, el médico asistencial no tendrá problemas a la hora de diferenciar entre las muertes naturales y las violentas