Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3806472 | Medicine - Programa de Formación Médica Continuada Acreditado | 2015 | 9 Pages |
ResumenLos trastornos de ansiedad (TA) constituyen el grupo de enfermedades mentales más comunes, con una prevalencia general del 2-8% y un 10-12% en las consultas de Atención Primaria. El DSM-5 distingue la categoría “Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés”, en la que el principal diagnóstico es el trastorno por estrés postraumático (TEPT), a cuya actualización vamos a dedicar este artículo. La prevalencia del TEPT es del 6,4-6,8%, suele comenzar en la veintena y es más frecuente en mujeres. Se asocia a altas tasas de deterioro funcional, quejas somáticas, riesgo de suicidio y otros trastornos psiquiátricos comórbidos. Es importante el diagnóstico precoz para identificar a las personas que podrían beneficiarse de un tratamiento que, por lo general, incluye psicoeducación al paciente y a los familiares, psicoterapia y psicofármacos, siendo los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) los de primera elección. La derivación al psiquiatra se realizará ante el riesgo suicida, una mala respuesta al tratamiento o presencia de comorbilidades.
Anxiety disorders are the most common group of mental diseases, with an overall prevalence of 2-8% and a 10-12% rate in primary care consultations. The DSM-5 differentiates the category “trauma and stressor-related disorders”, in which the main diagnosis is post-traumatic stress disorder (PTSD). This article is devoted to the update of this category. The prevalence of PTSD is 6.4-6.8%, usually starts in the twenties and is more common among women. PTSD is associated with high rates of functional impairment, sleep complaints, a risk of suicide and other comorbid psychiatric disorders. Early diagnosis is important to identify individuals who can benefit from treatment, which generally includes psychoeducation for patients and families, as well as psychotherapy and psychoactive drugs, with selective serotonin reuptake inhibitors as the first choice. Patients are referred to psychiatrists when there are comorbidities, a risk of suicide or a poor response to treatment.