Cirugía de la endometriosis anexial

El objetivo de este artículo es presentar las técnicas que se utilizan en la cirugía de los endometriomas del ovario. El tratamiento quirúrgico de los endometriomas está justificado en caso de dolor pélvico cíclico o crónico, de infertilidad y debido al riesgo de complicaciones. Los endometriomas no influyen sobre el resultado final de una fecundación in vitro (FIV). El descubrimiento de un endometrioma durante una estimulación de FIV en una mujer sin síntomas dolorosos no requiere que se interrumpa el intento ni necesita un tratamiento quirúrgico reiterado o la punción de los endometriomas. Las técnicas quirúrgicas de exéresis o de ablación de los endometriomas deben tener en cuenta las teorías que explican la formación y el desarrollo de los endometriomas por la invaginación en el tejido ovárico. En consonancia con estas teorías, el acceso al endometrioma debe hacerse por el punto de origen de la invaginación y no por la incisión antimesial clásica, que se utiliza en la cirugía de los quistes del ovario de otra naturaleza. Ningún ensayo aleatorizado ha comparado la exéresis del quiste con la ablación de la pared quística mediante vaporización con láser de CO2. La quistectomía debería llevarse a cabo teniendo en cuenta la existencia de tres zonas distintas en el interior del endometrioma. En la mayoría de los casos, la quistectomía provoca la pérdida de una cantidad variable de tejido ovárico subyacente a la pared del quiste, sobre todo frente al hilio ovárico. La ablación del quiste con ayuda de corriente bipolar se asocia a una tasa de recidivas superior a la quistectomía. La anexectomía puede plantearse sólo en las mujeres que no deseen más embarazos. La utilidad del tratamiento preoperatorio aún está en entredicho. El tratamiento postoperatorio administrado de forma continua a largo plazo disminuye de forma significativa la tasa de recidiva de los endometriomas y debería proponerse de forma sistemática a las mujeres que no deseen gestaciones en un período inmediato.