Article ID Journal Published Year Pages File Type
3918942 EMC - Ginecología-Obstetricia 2013 11 Pages PDF
Abstract
La atención a los embarazos gemelares requiere un buen conocimiento de sus características específicas. La ecografía del primer trimestre resulta primordial porque permite detectar anomalías cromosómicas mediante la medición de la translucencia nucal, reconocer precozmente malformaciones graves y determinar el tipo de placentación (monocoriónica o bicoriónica). Los embarazos gemelares bicoriónicos deben ser objeto de seguimiento ecográfico mensual, mientras que en los embarazos monocoriónicos este seguimiento debe ser quincenal, debido a enfermedades específicas. Éstas se deben a la presencia constante de anastomosis vasculares entre los territorios placentarios de ambos fetos. Se trata, de modo particular, del síndrome transfusor-transfundido, de la secuencia anemia-policitemia o del feto acárdico. El tratamiento de estas enfermedades requiere la separación completa y permanente de las anastomosis placentarias, coagulando las anastomosis o mediante un feticidio selectivo. Estas anastomosis placentarias también pueden causar robo vascular si muere uno de los gemelos, exponiendo al superviviente al riesgo de secuelas neurológicas o, incluso, de muerte. Cuando se sospecha una anomalía, puede ser necesario extraer una muestra de las vellosidades coriónicas o del líquido amniótico. La técnica utilizada depende de corionicidad y la indicación. Cuando se detecta una anomalía grave en uno de los fetos, puede proponerse la interrupción selectiva del embarazo. La técnica de feticidio en un embarazo bicoriónico es similar a la del embarazo único. Si el embarazo es monocoriónico, el procedimiento de feticidio selectivo debe prevenir el riesgo de robo vascular en el superviviente, lo que obliga a recurrir a técnicas específicas como la coagulación del cordón.
Related Topics
Health Sciences Medicine and Dentistry Obstetrics, Gynecology and Women's Health
Authors
, , , , , ,