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4109147 EMC - Cirugía Otorrinolaringológica y Cervicofacial 2009 14 Pages PDF
Abstract

Las perforaciones septales son asintomáticas en la mayoría de los casos y, en muchas ocasiones, se descubren en la exploración física. Otras veces, se manifiestan por una rinitis costrosa, epistaxis recidivantes o sibilancias nasales. El origen de estas perforaciones es sobre todo iatrogénico (septoplastias), pero el estudio diagnóstico puede encontrar afecciones menos frecuentes (enfermedad de Wegener, sarcoidosis) o no confesadas (cocaína). Cuando son sintomáticas, estas perforaciones representan auténticos «desafíos» quirúrgicos que suelen desanimar a los cirujanos. La elección terapéutica puede decantarse por los obturadores septales (silicona) y la cirugía. Los botones septales constituyen un procedimiento útil por la sencillez de su colocación, pero exponen a complicaciones, entre las que predomina la intolerancia mucosa o la extrusión. Constituyen el tratamiento de elección en pacientes frágiles o que no deseen una intervención quirúrgica más compleja. La cirugía convencional es difícil por el acceso estrecho de las fosas nasales y la tendencia espontánea a la retracción de los colgajos. Existen numerosas técnicas quirúrgicas y la elección del tipo de cirugía depende del tamaño y de la topografía de la perforación, así como de la experiencia del cirujano. Para las perforaciones inferiores a 1 cm2, se utilizan colgajos mucopericóndricos y/o mucoperiósticos. En las perforaciones más extensas, hay que recurrir a un colgajo compuesto bucal con pedículo gingivolabial en dos fases. Por tanto, se pueden tratar prácticamente todas las perforaciones septales mediante técnicas quirúrgicas con los métodos descritos. Los botones septales obturadores sólo se reservan a los casos de contraindicaciones quirúrgicas.

Keywords
Related Topics
Health Sciences Medicine and Dentistry Otorhinolaryngology and Facial Plastic Surgery
Authors
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