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4131796 EMC - Pediatría 2015 11 Pages PDF
Abstract

El tratamiento de un niño clínicamente sospechoso de sufrir una infección urinaria consta de cuatro etapas. El diagnóstico de infección urinaria se establece en presencia de bacteriuria superior a 105 gérmenes/ml, muy a menudo asociada a leucocituria significativa. La recogida de orina mediante bolsa es poco fiable y fuente de falsos positivos. El diagnóstico de la localización (pielonefritis aguda o cistitis) se basa en signos clínicos y biológicos (leucocitosis y síndrome inflamatorio). El tratamiento de la cistitis se basa en el antibiograma, utilizando preferiblemente antibióticos orales durante un período de 5-7 días. El tratamiento de la pielonefritis aguda se inicia por vía parenteral durante un período de 2 o 4 días y su relevo lo toma un tratamiento oral de unos 10 días de duración. El tratamiento antibiótico empírico debe tener en cuenta la frecuencia de bacterias multirresistentes. El diagnóstico etiológico se basa en la anamnesis y la ecografía renal en busca de uropatía obstructiva, litiasis o disfunción vesical. La búsqueda de un posible reflujo vesicoureteral mediante cistografía retrógrada no se realiza de forma sistemática desde la primera pielonefritis aguda. El reflujo vesicoureteral es la uropatía más frecuente en los niños. Es muy heterogénea y de gravedad variable. Su diagnóstico se establece con ocasión de diversas circunstancias: estudio de una dilatación prenatal de la vía excretora, de una pielonefritis aguda, de otra uropatía o de trastornos miccionales. Aunque puede sospecharse clínicamente o a partir de la ecografía, el diagnóstico sólo se establece formalmente con la cistografía retrógrada. En las formas de grado bajo, es frecuente su desaparición espontánea. En ausencia de infección, los controles radiológicos repetidos son inútiles. El tratamiento incluye el tratamiento de las infecciones y de los factores predisponentes (inmadurez vesical, disinergia vesicoesfinteriana, trastornos de la excreción fecal). El tratamiento quirúrgico está indicado en caso de recidiva de infecciones urinarias febriles: inyección endoscópica de copolímero de dextranómero en ácido hialurónico o reimplantación ureterovesical. El reflujo bilateral de grado alto requiere un estudio nefrológico debido a la posible afectación de la función renal.

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