Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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4131798 | EMC - Pediatría | 2015 | 10 Pages |
Abstract
La tos ferina es una infección respiratoria humana y gravÃsima para el recién nacido. Desde que se descubrió el agente etiológico, la bacteria Bordetella pertussis, se han elaborado vacunas de células enteras, asà llamadas por estar compuestas de bacterias inactivadas. Algunas se han revelado muy eficaces. Sin embargo, su producción es difÃcil y son mal toleradas. Gracias a la caracterización de las proteÃnas que intervienen en la patogenicidad de B. pertussis, se ha desarrollado un nuevo tipo de vacuna, denominada acelular, compuesta por proteÃnas bacterianas purificadas. La generalización del uso de las vacunas de células enteras en niños ha permitido una disminución drástica de la morbilidad y la mortalidad por tos ferina. Sin embargo, 30 años después del inicio de la vacunación se ha observado un cambio en la transmisión de la enfermedad, secundaria a la duración limitada de la inmunidad por vacunación o natural. La enfermedad afecta en estos casos a los adolescentes y adultos jóvenes, que contaminan a los recién nacidos no vacunados y expuestos a las formas mortales de la tos ferina. Son necesarias entonces las dosis de refuerzo de la vacuna, lo cual se ha vuelto posible gracias al desarrollo en 1998 de vacunas acelulares. Francia, por ejemplo, ha sido el primer paÃs en implementar la vacunación a los adolescentes y, desde 2004, a todos los adultos con intención de procrear, al personal sanitario y a los adultos convivientes cercanos a un recién nacido. Desde 2013, el calendario de vacunación recomienda aplicar la vacuna a los 2 meses, 4 meses, 11 meses, 6 años, 11-13 y 25 años, asà como a todos los adultos convivientes cercanos a un recién nacido. Estas modificaciones del calendario de vacunación se deben a la evolución de la epidemiologÃa de la enfermedad y al conocimiento de la duración de la inmunidad por vacunación. Sin embargo, la vigilancia es indispensable. Consiste en el diagnóstico de laboratorio, ya que la clÃnica puede ser atÃpica en los adultos jóvenes vacunados hace mucho tiempo, y en el análisis de las bacterias circulantes.
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Authors
N. Guiso,