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4131821 EMC - Pediatría 2014 10 Pages PDF
Abstract

La urticaria es un motivo frecuente de consulta pediátrica. Sus mecanismos fisiopatológicos se conocen cada vez mejor, lo que actualmente permite distinguir las urticarias inmunológicas y las no inmunológicas. El edema dérmico de la urticaria está ligado a una vasodilatación capilar provocado por la histamina. El diagnóstico es clínico y raramente precisa pruebas complementarias. En el niño, las etiologías de la urticaria son diferentes de las del adulto; entre ellas predominan las infecciones víricas, los medicamentos y las urticarias físicas. Con menos frecuencia, la urticaria puede ser la expresión de una patología subyacente, inflamatoria, autoinflamatoria o autoinmunitaria. La mayoría de las urticarias del niño son agudas, pero casi un tercio parece evolucionar hacia urticaria crónica. En caso de urticaria crónica resistente al tratamiento antihistamínico, se recomienda realizar un estudio biológico de entrada (hemograma completo [HC], VSG [velocidad de sedimentación globular]/CRP [proteína C reactiva], estudio tiroideo), que se completará con otras exploraciones únicamente cuando existan signos de orientación clínica o por la anamnesis. El tratamiento de esta patología es fundamental, ya que la urticaria puede alterar la calidad de vida y algunas formas comprometen el pronóstico vital. El tratamiento de las formas no complicadas se basa en los antihistamínicos anti-H1 de segunda generación. Se deben evitar los corticoides por vía sistémica, ya que pueden inducir una corticodependencia. Las formas complicadas con shock anafiláctico son una urgencia médica y precisan una inyección de adrenalina intramuscular o subcutánea.

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Authors
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