Article ID Journal Published Year Pages File Type
4131999 EMC - Pediatría 2007 16 Pages PDF
Abstract
Los exámenes sistemáticos forman parte de la actividad básica de la asistencia sanitaria infantil, tanto en el ejercicio privado como en el servicio de Protección Materna e Infantil (PMI) o en la asistencia médica escolar. La detección precoz y la corrección de una enfermedad se orientan a permitir una relación normal del niño con el mundo exterior, para lograr un desarrollo psicomotor e intelectual óptimo. En los últimos años han tenido lugar varias conferencias de consenso de la máxima autoridad sanitaria francesa (HAS) y reuniones colectivas del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) para proponer los exámenes más adecuados en función de la edad del niño. Estos exámenes sistemáticos se concentran sobre todo durante los 6 primeros años de vida, con la realización de 20 exámenes por parte de la Seguridad Social, que registran los datos esenciales sobre el crecimiento, las etapas del desarrollo psicomotor e intelectual, la exploración física y sensorial, así como las vacunaciones. Estas informaciones deben anotarse en el documento de salud infantil, que constituye una útil herramienta de comunicación. También contiene numerosas indicaciones para los médicos, al señalar los puntos esenciales que han de buscarse y las distintas pruebas que se deben emplear según las edades, así como mensajes de prevención: detección precoz de los trastornos sensoriales o de la relación, prevención de la obesidad y de las alergias alimentarias, protección del sueño y de los ritmos de vida del niño, prevención de los accidentes ambientales y del riesgo de maltrato. Para cada edad, figuran consejos de educación sanitaria, destinados a los padres y después a los propios adolescentes. También se contempla el tratamiento global de los niños (psicoconductual, sensorial y ambiental). Por desgracia, no todos los niños se benefician de la totalidad de estos exámenes y tres de ellos, realizados a edades clave (8.° día, 9 meses y 24 meses) se ponen de relieve mediante el establecimiento de certificados médicos obligatorios. Después, se debe profundizar en el examen de los 3 años, porque es una edad adecuada para detectar los trastornos conductuales y del aprendizaje. Después de los 3 años, el niño está escolarizado y los exámenes sistemáticos pueden realizarse por el servicio de PMI y la medicina escolar. Esto no excluye la detección individual realizada de forma periódica por el médico de cabecera e incluye, además de trastornos por déficit de atención con hiperactividad, alteraciones visuales y auditivas, trastornos del aprendizaje y del lenguaje, anomalías del desarrollo puberal, trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, escoliosis, asma y rinoconjuntivitis alérgica, riesgos relacionados con la sexualidad, trastornos de la conducta y trastornos por conflictividad, conductas de riesgo, consumo de sustancias, trastornos por ansiedad, conductas suicidas y, por último, depresión.
Related Topics
Health Sciences Medicine and Dentistry Pathology and Medical Technology
Authors
, ,