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4132023 EMC - Pediatría 2008 7 Pages PDF
Abstract

La intervención en un niño con sospecha de infección de orina pasa por cuatro etapas. El diagnóstico de infección urinaria se hace con base en una bacteriuria superior a 105 gérmenes en la orina obtenida al recoger la orina con bolsa o bien del centro del chorro micccional, o superior a 104 gérmenes con cateterismo vesical. La primera técnica es poco fiable y causa muchos falsos diagnósticos de infección urinaria. La localización (pielonefritis aguda o cistitis) se diagnostica con base en signos clínicos (cuadro de infección neonatal, dolor lumbar, fiebre mal explicada) y signos biológicos (leucocitosis y síndrome inflamatorio). La gammagrafía con ácido dimercaptosuccínico (DMSA) sigue siendo discutida, ya que el resultado que aporta no tiene consecuencias terapéuticas evidentes. El diagnóstico etiológico se basa en la anamnesis y la ecografía renal para descartar una uropatía obstructiva, una litiasis o una disfunción vesical. La cistografía retrógrada para descartar un reflujo vesicoureteral no se indica de forma sistemática desde el primer episodio de pielonefritis aguda. El tratamiento de la cistitis dura 5-7 días; se emplean antibióticos orales, y se evitan las cefalosporinas de 3.a generación. Varios estudios prospectivos bien realizados han concluido que no es necesario tratar las pielonefritis agudas por vía intravenosa durante más de 3-4 días. Se continúa inmediatamente con un tratamiento antibiótico oral durante unos diez días. En la actualidad no se recomienda el tratamiento por vía oral como primera opción.

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Authors
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