Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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4268725 | EMC - Urología | 2012 | 22 Pages |
Abstract
La detección sistemática individual mediante el antÃgeno prostático especÃfico (PSA) ha permitido realizar el diagnóstico en un estadio precoz de la enfermedad. El tratamiento de estos estadios precoces ha beneficiado de varias mejoras técnicas considerables, tanto para la cirugÃa (laparoscopia pura y robótica) como para los demás tratamientos localizados (radioterapia conformacional, braquiterapia, ultrasonidos focalizados de alta intensidad), procurando combinar la eficacia sobre la supervivencia y la reducción de los posibles efectos secundarios. Una mejor definición de las caracterÃsticas evolutivas de los tumores permite determinar varios subgrupos de neoplasias de pronósticos diferentes, lo que hace posible establecer unas indicaciones terapéuticas precisas. La evaluación de la esperanza de vida (inferior o superior a 10 años) es el segundo parámetro esencial para establecer la indicación de un tratamiento con fines curativos. Antes de los 75 años (esperanza de vida superior a 10 años), está justificado realizar un tratamiento con fines curativos, mientras que después de esa edad, lo lógico es realizar una vigilancia en una primera fase y recurrir a la hormonoterapia si aparecen sÃntomas de progresión de la enfermedad. En un estadio metastásico, el papel de la hormonoterapia es predominante. Este tratamiento es paliativo, porque su eficacia es transitoria. Por último, cuando se produce el escape hormonal, la quimioterapia tiene un papel clave, que podrÃa revaluarse en los próximos años con la aparición de nuevas modalidades de hormonoterapia.
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Health Sciences
Medicine and Dentistry
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Authors
E. Xylinas, M. Peyromaure,