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4268837 EMC - Urología 2008 11 Pages PDF
Abstract
En Europa, los tumores del pene son infrecuentes. Afectan a varones maduros. La infección y las irritaciones crónicas son los factores etiopatogénicos principales. Por lo general, existe un retraso diagnóstico de varios meses, porque la lesión es asintomática y suele estar oculta por una fimosis. La malignidad es local y después regional, con una extensión hacia los ganglios inguinales y, a continuación, a los pélvicos. El diagnóstico se sospecha por la exploración física, que muestra lesiones vegetantes, ulceradas o mixtas, frecuentemente sobreinfectadas. La exploración física es la clave del estudio de extensión local, pero puede completarse en algunos casos por una ecografía o una resonancia magnética (RM). El diagnóstico de certeza se establece por la biopsia quirúrgica, que muestra un tumor epidermoide en el 95% de los casos. El estado ganglionar sólo puede valorarse tras 6 semanas de tratamiento antibiótico. El estudio de extensión sistémica sólo está indicado en presencia de metástasis ganglionares o si existen signos de alarma. El tratamiento de referencia es quirúrgico y es más o menos conservador, según el tamaño tumoral, su localización y su estadio. La braquiterapia o la vaporización con láser son las opciones terapéuticas que deben considerarse para los tumores pequeños superficiales y distales. Las áreas ganglionares se evalúan mediante un vaciamiento ganglionar modificado si el tumor presenta un riesgo de extensión linfoganglionar (estadio superior a T2, grado elevado o invasión vascular). Se debe realizar un vaciamiento radical homolateral en caso de estudio intraoperatorio positivo o si existen adenopatías palpables y móviles. La quimioterapia sólo está indicada en los tumores metastásicos, pero su efecto sigue siendo modesto. El futuro terapéutico se basa en las asociaciones de diversos tratamientos.
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Health Sciences Medicine and Dentistry Surgery
Authors
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