Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
---|---|---|---|---|
8757798 | EMC - Tratado de Medicina | 2018 | 9 Pages |
Abstract
El carcinoma hepatocelular (CHC) constituye el 85-90% de los tumores hepáticos. A escala mundial, es el sexto cáncer más frecuente en términos de incidencia, pero, debido a su mal pronóstico, presenta la segunda tasa más alta de mortalidad por cáncer. La incidencia del CHC varÃa según la región geográfica en correspondencia con la diferente prevalencia de los principales factores de riesgo, como los virus de las hepatitis C y B (VHC, VHB). En los paÃses desarrollados, debido a la epidemia de obesidad y diabetes, responsables de la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), la incidencia de CHC aumenta. Se recomienda intentar detectar precozmente el CHC mediante una ecografÃa hepática semestral en todos los pacientes con cirrosis. La confirmación diagnóstica se basa en el análisis histológico de un fragmento tumoral obtenido mediante biopsia. El diagnóstico no invasivo (criterios radiológicos) constituye una opción. La decisión terapéutica depende del estado general del paciente, de la extensión del tumor y del estado del hÃgado subyacente, que requiere de su discusión en una reunión de consenso pluridisciplinaria (RCP) « especializada ». Los tratamientos curativos son el trasplante hepático, la resección quirúrgica y la destrucción percutánea. En el estadio paliativo, los tratamientos se basan en la quimioembolización arterial y el sorafenib en los pacientes con CHC avanzado sobre una cirrosis compensada. En caso de cirrosis descompensada (aparte de la indicación de trasplante hepático) o de alteración del estado general, se recomiendan medidas para mejorar la calidad de vida. A pesar de estos tratamientos, el pronóstico del CHC sigue siendo malo, con un 4% de supervivencia a los 10 años.
Related Topics
Health Sciences
Medicine and Dentistry
Medicine and Dentistry (General)
Authors
C. Fron, J.-F. Blanc,