Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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9397879 | EMC - Urología | 2005 | 8 Pages |
Abstract
La hiperactividad vesical es muy frecuente en las personas que sufren una enfermedad del sistema nervioso central, y es una causa considerable de incontinencia a pesar de la administración de un tratamiento anticolinérgico. En pacientes con enfermedad no neurogénica, la hiperactividad vesical provoca un trastorno funcional por la asociación sintomática de urgencias miccionales -con o sin incontinencia- y polaquiuria. Gracias a sus propiedades bloqueantes de la transmisión neuromuscular al impedir la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas, la toxina botulÃnica A se emplea desde hace varios años para el tratamiento de la espasticidad de los músculos estriados. Su uso en urologÃa -en el marco de la hiperactividad vesical- es reciente y desde el principio produjo resultados asombrosos, mejorando los parámetros clÃnicos y urodinámicos. El efecto es prolongado -6-9 meses- y la tolerancia excelente. En comparación con placebo, la eficacia de la toxina se demostró en pacientes afectados por una enfermedad del sistema nervioso. La inyección de la toxina se aplica por cistoscopia en 20-30 sitios del detrusor (con excepción del trÃgono). En estudios recientes se revela un mecanismo que actúa sobre los péptidos de la capa subepitelial; esto podrÃa indicar un efecto inhibidor de la vÃa motora y de la vÃa aferente sensitiva del arco reflejo miccional de manera simultánea. TodavÃa se necesitan estudios acerca de las dosis respectivas de toxina Dysport y Botox, la selección de los pacientes, la combinación con el tratamiento anticolinérgico y el efecto de las inyecciones repetidas.
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Health Sciences
Medicine and Dentistry
Surgery
Authors
P. Grise, Y. Daoudi, Y. Tanneau, L. Sibert,