Article ID | Journal | Published Year | Pages | File Type |
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3418994 | Revista Iberoamericana de Micología | 2008 | 5 Pages |
ResumenLa aproximación diagnóstica y terapéutica a la infección fúngica invasiva (IFI) ha cambiado notablemente en los últimos años debido a la introducción de nuevos métodos diagnósticos y a la aparición de nuevos fármacos antifúngicos. El diagnóstico de candidiasis invasiva (CI) está basado en parámetros clínicos y de laboratorio, aunque ninguno de ellos es específico. De hecho, incluso el aislamiento de levaduras en muchas ocasiones corresponde a simple colonización y no verdadera infección, en especial en el ámbito de los cuidados críticos, y sobre todo cuando este aislamiento proviene de drenajes intraabdominales. Un gran número de pacientes se colonizan con Candida spp. después de una cirugía abdominal pero sólo una minoría de estos desarrolla CI. El diagnóstico clínico y microbiológico de la peritonitis candidiásica sigue siendo controvertido, constituyendo todavía un reto el conocer que pacientes se podrían beneficiar de tratamiento antifúngico. En términos generales se recomienda tratar a aquellos pacientes críticos en los que el aislamiento provenga de una muestra de líquido peritoneal perioperatoria. Basados en el hecho de que la infección fúngica es una complicación frecuente de las pancreatitis agudas graves parecería lógico realizar profilaxis antifúngica en estos enfermos; sin embargo, no existe evidencia hasta el momento para recomendar su uso. La alta mortalidad de la CI se asocia a la dificultad que supone realizar un diagnóstico precoz. Por tanto, para mejorar el pronóstico de estos enfermos sería muy aconsejable utilizar las nuevas herramientas que nos proporciona el laboratorio de microbiología como son la detección de anticuerpos antimicelio o la PCR fúngica, que deberían ser usadas en conjunción con el recién publicado “Candida score”. Se propone un algoritmo basado en esta hipótesis con el objeto de decidir de forma precoz el tratamiento antifúngico en pacientes posquirúrgicos con un aislamiento positivo para Candida spp en una muestra intraabdominal.
SummaryThe diagnostic and therapeutic approaches to IFI have changed significantly in recent years, fostered by the introduction of new diagnostic methods and new antifungal products. The diagnosis of invasive candidiasis (IC) involves both clinical and laboratory parameters, but neither of these are specific and the ajority of the yeast isolated showed only colonization but not true infection. This situation occurs in critical care setting specially when surgical drainages are used. A substantial number of patients become colonized with Candida spp. after abdominal surgery, but only a minority subsequently develops invasive candidiasis. The clinical and microbiological diagnosis of Candida peritonitis remains problematic. It is still unclear which patients with may benefit from antifungal treatment. Antifungal therapy can be suggested in critically ill patients with peritonitis where Candida is diagnosed based on perioperatively sampled peritoneal fluid. Since fungal infection is also a relatively common complication of severe pancreatitis it seems reasonable that fungal prophylaxis may be an important component of management although actually there is no evidence to support this approach. However, the high mortality associated with IC is partly correlated to the difficulties of making an early diagnosis, thus, to improve earlier diagnosis and survival of IC, new nonculture-based microbiological tools such as Candida albicans germ tube antibodies (CAGTA) and/or polymerase chain reaction (PCR) techniques for the detection of fungal-specific DNA should be used in conjunction with recent published “Candida score” prediction rule. An algorithm based on this approach has been provided to assess early treatment in surgical patients with yeasts isolated from intra-abdominal samples.