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5601294 Cirugía Cardiovascular 2017 8 Pages PDF
Abstract

ResumenLa endocarditis infecciosa continúa siendo una entidad clínica de elevada mortalidad, que precisa de una detección precoz. El diagnóstico se fundamenta en los hallazgos clínicos, microbiológicos y ecocardiográficos. Sin embargo, en algunos escenarios, como la endocarditis protésica, la ecocardiografía ve reducido su rendimiento diagnóstico. Por este motivo las recientes guías de práctica clínica recomiendan la utilización de técnicas de imagen alternativas para asistir en la evaluación de casos dudosos. La ecocardiografía transesofágica tridimensional ha mostrado su utilidad al mejorar la precisión en la medida y localización de los signos de endocarditis. De forma similar, la ausencia de la limitación inherente a la ventana acústica convierte a la tomografía computarizada cardiaca en una técnica con valor en la evaluación de las complicaciones perianulares de la endocarditis. En medicina nuclear se han utilizado diferentes radiotrazadores para la detección de actividad inflamatoria/infecciosa en endocarditis. La tomografía por emisión de positrones con 18-fluorodesoxiglucosa ha demostrado una gran sensibilidad para evidenciar signos de infección en prótesis valvulares, aunque por el momento no se ha mostrado útil en válvulas nativas. En lo que respecta a la escintigrafía con leucocitos marcados, aunque es una técnica muy laboriosa, ha presentado una excelente especificidad en los estudios realizados. Por último, actualmente no existe evidencia para la utilización rutinaria de la cardiorresonancia magnética en endocarditis, pero la caracterización tisular constituye una interesante área de investigación.

Infective endocarditis remains a clinical condition that requires early detection due to its high mortality rate. Diagnosis is based on clinical, microbiological and echocardiographic findings. Nevertheless, in some scenarios, such as prosthetic endocarditis, the diagnostic performance of echocardiography is limited. For this reason, recent clinical practice guidelines recommend the use of alternative imaging techniques to assist in the evaluation of doubtful cases. Three-dimensional transesophageal echocardiography has shown to be useful in improving the accuracy to measure and locate the signs of endocarditis. Likewise, due to the absence of the acoustic window limitation, cardiac computed tomography has become a valuable technique to evaluate peri-annular complications of endocarditis. Several radiotracers have been used in nuclear medicine to detect the inflammatory/infectious activity in endocarditis. Even though positron emission tomography with 18-fluorodeoxyglucose has demonstrated an outstanding sensitivity to visualize signs of infection in prosthetic valves, it still has not been shown to be as useful in native valves. Although scintigraphy with labelled leucocytes is a laborious technique, it has shown an excellent specificity in previous studies. Finally, there is no current evidence to support the routine use of cardiac magnetic resonance in endocarditis; nevertheless, tissue characterisation is an interesting research area.

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Authors
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