Farmers, fires, and forests: a green alternative to shifting cultivation for conservation of the Maya forest?

When fires blazed through Mexico's forests in 1998, the country experienced a new sense of urgency in its attempts to combat ecosystem degradation and loss of biodiversity. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT, the federal environmental protection agency) identified the use of fire in agriculture as a major contributor to the conflagration. Traditional “slash-and-burn” systems are still widely practiced in the southeast of Mexico, and finding a substitute for burning, especially in and near protected areas, became imperative (SEMARNAT, 2001). Experience from different parts of Central America indicated that green manure/cover crop systems (g/cc) could increase soil fertility, reduce erosion, control weeds and raise the yield of maize; the hope was that this system could replace slash-and-burn practices with their attendant risk of forest fires. We present the case study of a project introducing a green cover crop to traditional, resource-poor, maize farmers in one community of the Yucatan peninsula and preliminary results from a similar project in the Calakmul Biosphere Reserve, discussing the data in the light of the on-going debates concerning both fire policy and soil erosion. We conclude that, in spite of demonstrating some advantages, adoption in the peninsula has been hindered by environmental, economic and socio-cultural factors. Mexican efforts to eliminate fire from the forests must also be assessed with reference to the scientific literature by fire experts and historical ecologists, indicating that prohibition of small fires may actually decrease total biodiversity, while increasing the probabilities of catastrophic forest fires.

ResumenEn 1998, cuando ocurrieron los devastadores incendios forestales en México, el país se hizo más conciente de la necesidad urgente de combatir la degradación de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) identificó el uso del fuego en la agricultura como uno de los elementos principales que contribuyó a la conflagración. Los sistemas tradicionales de roza, tumba y quema todavía son ampliamente practicados en el sureste del país y el encontrar un sustituto de la quema, especialmente cerca y adentro de las áreas protegidas, se convirtió en algo prioritario (SEMARNAT, 2001). La experiencia de diferentes partes de América Central indicaba que los abonos verdes y cultivos de cobertura podían aumentar la fertilidad del suelo, reducir la erosión, controlar las malas hierbas e incrementar los rendimientos de maíz; se esperaba que este sistema pudiera reemplazar las prácticas de roza, quema y tumba y el riesgo que conllevan de producir incendios forestales. En este trabajo presentamos, por un lado, un estudio de caso de un proyecto que introdujo un cultivo de cobertura a una comunidad de productores tradicionales de maíz, con escasos recursos en la Península de Yucatán y, por el otro, resultados preliminares de un proyecto similar en la Reserva de la Biosfera de Calakmul. La discusión de los datos, a la luz de los debates actuales sobre la política del uso del fuego y la erosión del suelo, nos lleva a la conclusión de que, a pesar de que presenta algunas ventajas, la adopción de sistemas de cultivos de cobertura en la península, ha sido obstaculizada por factores ambientales, económicos y socio-culturales. También se enfatiza que esta estrategia para eliminar el uso del fuego en los bosques debe ser evaluada con referencia a las publicaciones de los expertos en incendios y ecología histórica, los cuales indican que la prohibición de incendios pequeños puede disminuir la biodiversidad total al mismo tiempo que incrementa las probabilidades de incendios forestales catastróficas.