کد مقاله | کد نشریه | سال انتشار | مقاله انگلیسی | نسخه تمام متن |
---|---|---|---|---|
3919170 | 1252514 | 2012 | 11 صفحه PDF | دانلود رایگان |

Cuando una mujer cambia de opinión varios años después de una esterilización tubárica mediante ligadura, hay que plantearse un intento de repermeabilización quirúrgica o, si ésta se descarta, la fecundación in vitro como única alternativa posible. La anastomosis tubotubárica puede realizarse mediante laparotomía o laparoscopia; ambas vías de acceso tienen resultados comparables, pero la menor morbilidad que se asocia a la laparoscopia lleva a preferir esta última. Entre los datos que deben recogerse antes de establecer la indicación, resulta fundamental recuperar el informe de la operación de esterilización para conocer la modalidad utilizada. También es indispensable evaluar la fertilidad de la pareja antes de la intervención (espermograma, recuento de los folículos antrales precoces, determinaciones hormonales femeninas [hormona foliculoestimulante, hormona luteinizante, estradiol, hormona antimülleriana]). Se solicita una histerosalpingografía para valorar la porción proximal restante, sobre todo en ausencia de informe quirúrgico de la esterilización. Los resultados son globalmente buenos, con un porcentaje de nacidos vivos entre el 33-69% con la laparoscopia (tiempo medio de concepción de 4-6 meses) y una tasa de embarazo extrauterino del 4-7%. Las técnicas de esterilización, no obstante, han evolucionado considerablemente y la técnica de referencia actual (esterilización histeroscópica con colocación de implantes tubáricos) se acompaña de una obturación muy proximal en la porción intersticial de la trompa, lo que impide toda posibilidad de repermeabilización posterior.
Journal: EMC - Ginecología-Obstetricia - Volume 48, Issue 4, December 2012, Pages 1–11