Pruebas de imagen en la artrosis

La artrosis asocia una sintomatología clínica que evoluciona sobre un fondo mecánico, más o menos caracterizado por episodios inflamatorios, y anomalías radiológicas de aparición más tardía aunque indispensables para el diagnóstico (criterios). A pesar de que la radiología es parte integral de los criterios diagnósticos actuales y es la referencia para el seguimiento de la enfermedad, hay estudios recientes que subrayan las limitaciones de la técnica, sobre todo para el diagnóstico precoz y el seguimiento de la evolución de la enfermedad. Las técnicas de imagen modernas permiten de forma incontestable una mejor identificación de los pacientes artrósicos. La artrotomografía computarizada (artro-TC) muestra las lesiones condrales de superficie y la pérdida cartilaginosa en la rodilla y otras articulaciones (cadera u hombro). La gammagrafía ósea ofrece una cartografía de las destrucciones articulares y predice, en la rodilla, el pinzamiento de la interlínea articular. La ecografía es un complemento indispensable en el examen radiográfico de las articulaciones profundas (cadera) al precisar la existencia de un derrame y/o una sinovitis no descubiertos con la exploración física. Además, esta prueba ofrece información complementaria sobre las lesiones yuxtaarticulares (meniscos, rodete, quiste, etc.). En los últimos años, se ha impuesto la resonancia magnética (RM) como la técnica de imagen de referencia para la artrosis; permite la aproximación fisiopatológica, diagnóstica, pronóstica y terapéutica más precisa de la enfermedad; al visualizar directamente la pérdida cartilaginosa, la RM permite establecer un diagnóstico más precoz que la radiografía, delimitar los diferentes factores de riesgo de la pérdida condral y determinar las estructuras articulares o yuxtaarticulares responsables de las manifestaciones dolorosas. En el futuro, esta técnica de imagen debería posibilitar una mejor clasificación de las poblaciones artrósicas y, con ello, optimizar el plan terapéutico y, también, evaluar de forma más exacta la eficacia de los medicamentos con efecto condroprotector.