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4131820 | 1271274 | 2014 | 12 صفحه PDF | دانلود رایگان |
El linfoma de Hodgkin (LH) es una hemopatía maligna de origen linfoide que se caracteriza por la presencia de células de Reed-Sternberg. El pronóstico ha mejorado mucho estos últimos años, con una supervivencia de más del 90% a los 5 años actualmente. El LH del niño tiene algunas particularidades. Debido a las importantes secuelas de los tratamientos realizados durante la edad pediátrica, los protocolos actuales intentan realizar una desescalada terapéutica. Los pacientes se incluyen en ensayos clínicos que evalúan la eficacia y la toxicidad de los tratamientos. Tras el descubrimiento de un LH, hay que realizar un estudio de extensión para establecer el estadio clínico según la clasificación de Ann Arbor, la cual permite determinar el grupo de tratamiento, que consiste en quimioterapia con o sin radioterapia. Uno de los factores pronósticos principales es la respuesta precoz a la quimioterapia, determinada por el análisis combinado de la tomografía computarizada (TC) y la tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa. Los pacientes con respuesta apropiada no reciben radioterapia. Las recidivas se dan en un 10% de casos, y son más graves cuanto más precozmente sobrevengan. Pueden tratarse con quimioterapia estándar asociada a radioterapia o por quimioterapia agresiva seguida de un autotransplante de células madre hematopoyéticas. Queda por evaluar cuál podría ser la función del alotrasplante. Es necesario mantener una vigilancia prolongada para detectar precozmente las recidivas y la aparición de secuelas.
Journal: EMC - Pediatría - Volume 49, Issue 4, December 2014, Pages 1–12