Atención pediátrica de un niño adoptado

La adopción de un niño, en particular la internacional, es un fenómeno social ineludible. La mayor parte de los médicos tiene la ocasión de atender a un niño al llegar al país de los adoptantes o de que los padres lo consulten por trastornos sobre los que no saben si se explican o no por la adopción o también en el momento de los clásicos cuestionamientos sobre la identidad en la adolescencia. También puede ocurrir que se consulte al médico sobre la historia clínica de un niño antes de su adopción. El objetivo del presente artículo es aportar algunas claves sobre los aspectos históricos, epidemiológicos, sociológicos y legislativos que pueden informar al médico sobre la realidad actual de la adopción. Los aspectos de la salud que se valoran a la llegada del niño son: las malnutriciones y desnutriciones, el crecimiento pondoestatural, las enfermedades infecciosas (entre las cuales las más frecuentes son la tuberculosis, las hepatitis, la escabiosis, la tiña, la sífilis congénita, las parasitosis, el síndrome de alcoholización fetal y el saturnismo). Hay que controlar y completar las vacunas. Más tarde, la consulta se puede referir a la realidad de la edad del niño, a un problema de pubertad precoz o de trastornos psicoafectivos o evolutivos respecto a la motricidad, el lenguaje, el sueño o la alimentación. Las problemáticas evolutivas, psicoafectivas, adaptativas o sensoriomotoras afectan a prácticamente todas las adopciones; los problemas de inseguridad afectiva, los traumas y los retrasos evolutivos aparecen en casi el 50% de las adopciones. También se tratarán aquí los cuestionamientos sobre la identidad, a veces explosivos en la adolescencia. Por eso es necesario que el médico conozca algunos aspectos específicos de la realidad de la adopción, pero sin que eso implique estigmatizarla o atribuirle todos los trastornos. En el caso de Francia, están en marcha una quincena de consultas especializadas en adopción (Consultation d'Orientation et de Conseil en Adoption [COCA]), aún en fase de estructuración, dotadas de un componente multidisciplinar gracias a la participación de pediatras, psiquiatras infantiles y especialistas en enfermedades infecciosas.