کد مقاله | کد نشریه | سال انتشار | مقاله انگلیسی | نسخه تمام متن |
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3401116 | 1222648 | 2013 | 4 صفحه PDF | دانلود رایگان |

There are multiple benefits of appropriate antimicrobial prescribing: it has a direct impact on clinical outcomes, avoids adverse effects, is cost effective and, perhaps most importantly, it helps to prevent the emergence of resistance. However, any physician can prescribe antibiotics, which is not the case with other clinically relevant drugs. There is great variability in the prescribing physician's (PP) training, motivation, workload and setting, including accessibility to infectious diseases consultants and/or diagnostic techniques, and therefore there is a high risk of inappropriate prescription. Many antibiotic prescribing errors occur around the selection and duration of treatment. This includes a low threshold for the indication of antibiotics, delayed initiation of treatment when indicated, limited knowledge of local antimicrobial resistance patterns by the PPs, errors in the final choice of dose, route or drug and a lack of de-escalation. Similarly, the prescription of prophylactic antibiotics to prevent surgical site infections, despite being commonly accepted, is suboptimal. Factors that may explain suboptimal use are related to the absence of well-defined protocols, poor knowledge of prophylactic protocols, miscommunication or disagreement between physicians, logistical problems, and a lack of audits. A proper understanding of the prescribing process can guide interventions to improve the PP's practices. Some of the potential interventions included in a stewardship program are education in antimicrobial prescribing, information on the local resistance patterns and accessibility to a qualified infectious diseases consultant.
ResumenLa prescripción adecuada de antimicrobianos tiene un impacto directo sobre la evolución clínica del paciente, evita posibles efectos adversos, es coste-efectiva y contribuye a evitar la emergencia de resistencias. A diferencia de lo que ocurre con otros fármacos de interés clínico, cualquier médico puede prescribirlos. Esto significa que entre los médicos prescriptores (MP) hay una gran variabilidad en el grado de formación, motivación, carga de trabajo y especialidad, la accesibilidad a los consultores de enfermedades infecciosas y/o a técnicas de diagnóstico, lo que conlleva un alto riesgo de uso inadecuado. Muchos de los errores de la prescripción están relacionados con una mala selección o duración de los tratamientos antibióticos. Eso incluye un bajo umbral para la indicación, un retraso en el inicio, un conocimiento limitado de los patrones locales de resistencia, errores en la elección final de dosis, vía o fármaco y, por último, la falta de simplificación de los tratamientos empíricos. Del mismo modo, el uso de antibióticos profilácticos, a pesar de ser comúnmente aceptado, no es óptimo. Las razones fundamentales que explican esta situación están relacionadas con la ausencia de protocolos bien definidos o la falta de conocimiento de estos, la falta de comunicación entre los médicos y/o la existencia de problemas logísticos. Una comprensión adecuada del proceso de prescripción puede guiar las intervenciones para mejorar los hábitos de los MP. Algunas de las posibles intervenciones podrían ser medidas formativas, la difusión de las resistencias locales y la accesibilidad a un consultor experto.
Journal: Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica - Volume 31, Supplement 4, September 2013, Pages 12–15