Myeloid-derived suppressor cells (MDSC): Another player in the orchestra

La forma más común y sencilla de definir a las células supresoras de origen mieloide (MDSC, por sus siglas en inglés) resalta sus dos rasgos más característicos, dejando claro tanto su origen como su función. Aunque en un principio se identificaron en modelos experimentales y en pacientes con cáncer, con el tiempo se ha visto que en algunas enfermedades autoinmunes, infecciones (tanto agudas como crónicas) y diferentes tipos de estrés también se producen acumulaciones de estas células. En todas estas circunstancias, las MDSC contribuirían a limitar la intensidad de la respuesta inmune, tanto la innata como la adaptativa. Los mecanismos de acción de las MDSC son muy diversos: en ocasiones requieren el contacto intercelular, mientras que en otras circunstancias dependen de la presencia de factores solubles. Dado su papel inmunorregulador, numerosos estudios se han encaminado últimamente a determinar el potencial terapéutico tanto de su inhibición (p. ej., en pacientes con cáncer), como de la potenciación de su actividad (p. ej., en inflamación o autoinmunidad).